Blog Hero

Fue una semana inusualmente calurosa y húmeda incluso para los estándares de agosto. La iglesia estaba llena de actividad mientras los voluntarios iban y venían encargándose de cualquier tarea que tuvieran que hacer. Algunos de ellos se juntaban y escuchaban atentamente una sesión de capacitación para los medios de comunicación anticipándose a lo que vendría en los próximos días. Había una sensación de urgencia en todo lo que estaba sucediendo, ya que dos familias habían puesto su fe en manos de todos estos extraños que se unían por su causa.

Bajo la amenaza de ser separados de sus familias y en un acto de desafío, las familias Thompson y Reyes decidieron tomar santuario en FUMCOG – La Primera Iglesia Metodista Unida de Germantown.

El tomar santuario es una medida de último recurso cuando se han agotado todos los procesos de apelación para permanecer legalmente en Estados Unidos. Por lo general, significa que una persona o una familia busca refugio en una iglesia, ya que fueron designadas como “lugares sensibles” junto con los hospitales y escuelas en 2011 por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), lo que significaba que el gobierno no daría prioridad al cumplimiento de las órdenes de deportación en esos lugares.

New Sanctuary Movement of Philadelphia (NSM) conocida en español como Nuevo Movimiento Santuario fue responsable de ayudar a las dos familias a navegar el proceso de toma de santuario. Esta organización es dirigida por personas que también se vieron afectadas por situaciones de inmigración y trabajan en campañas de justicia comunitaria a través de una perspectiva de fe.

Cuando se les preguntó cómo definían el santuario, Peter Pedemonti, codirector, lo definió como “un acto de desobediencia civil para desafiar leyes injustas, inmorales y dañinas”. Oneita y Clive perdieron su caso de asilo y ahora se enfrentan a la separación de sus siete hijos. Llegaron de Jamaica hace 15 años huyendo pandillas violentas. El hermano de Oneita fue asesinado y la granja de su familia fue quemada y sus vidas fueron amenazadas, lo que los obligó a abandonar su país y buscar asilo en Estados Unidos.

Suyapa y sus hijos son de Honduras y también se encuentran huyendo de su país escapando violencia, “Estoy tomando santuario por protección a mis hijos. Tengo miedo de regresar a mi país. Yo no quiero sean parte mis hijos de esa violencia que está pasando en Honduras. Ellos solo me tienen a mí como padre y madre.” También perdió su caso de asilo y ahora enfrenta una orden de deportación.

Esta medida de último recurso para evitar la deportación proporciona poco más que seguridad física; tomando santuario, las familias no pueden salir libremente de las instalaciones de la iglesia, y por lo tanto, están extremadamente limitadas en sus oportunidades laborales, vida social e incluso en su práctica religiosa. Entonces, algunas personas en la red de individuos que se han refugiado en los Estados Unidos han optado por publicar sus historias, con la esperanza de que la atención de los medios atraiga la atención adecuada sobre su caso y los ayude a salir con estatus legal. Como lo ve la codirectora de NSM, Blanca Pacheco, “Santuario no es para los débiles de corazón.”

 

Gustavo Garcia

Enjoy that? You will these.